Recreación del desayuno de los hinchas del Club Atlético Boca Juniors en la mañana del 24 de febrero de 1988 (?)
Evidentemente las palabras "River" y "Campeón" se entendieron bastante bien durante la inolvidable década de 1980
El 9 de enero de 1988 el ilusionante Boca de José Omar Pastoriza debutó en la Copa de Oro MDQ empatando 2 a 2 ante Independiente en el Estadio José María Minella. Cinco días más tarde un nuevo empate con idéntico marcador, esta vez ante Racing Club, dejó al xeneize en la segunda posición del cuadrangular debido a la recordada goleada 5 a 1 que el puntero River Plate le propinó a un pobre Independiente en la segunda fecha. Pero la derrota de Racing en el Clásico de Avellaneda, cuando no, entregó el torneo al ganador del Superclásico Mundial programado para la ronda final. Para los de casaca azul con franja amarilla se trataba de una oportunidad ideal para levantar una copa, brindar y saborear un buen trago de gloria (?), mientras que lo único que divisaron los de Núñez aquella vez fue la simple ocasión de ganarle al eterno rival una vez más y obtener otro campeonato extraoficial. Ni más ni menos de lo que verdaderamente representaba aquel encuentro. La definición se dio el 27 de enero en el Estadio José María Minella, donde el equipo de Pastoriza derrotó 1 a 0 a River Plate con gol de Alfredo Graciani. De esta manera, aquella noche Boca Juniors recibió las medallas ganadoras y se consagró campeón de la Copa de Oro MDQ. Finalizado el partido los futbolistas xeneizes comenzaron a cantar y celebrar de manera eufórica para minutos después culminar con una curiosa vuelta olímpica exhibiendo el trofeo. Al otro día, los principales medios deportivos se hicieron eco de este logro que sin lugar a dudas merece el rótulo de legendario. O al menos eso quiso instalar la prensa nacional al darle tanta trascendencia a un simple cotejo amistoso. Evidentemente en el fútbol argentino cada uno festeja lo que puede.
Tapa del Diario Clarín correspondiente al 28 de enero de 1988
Artículo de la Revista Deportiva correspondiente al 28 de enero de 1988
Tapa de la revista El Gráfico Nº 3565 correspondiente al 2 de febrero de 1988 (incluía lámina del campeón)
Cuatro días después de vencer por
la mínima a River Plate en el primer certamen estival del año Boca Juniors debutó
en la Copa Ciudad de Mar del Plata con victoria 2 a 1 ante Peñarol de Uruguay. La
caída del Millonario por dos tantos contra cero ante el Aurinegro oriental y
una nueva victoria xeneize, esta vez ante el América de Cali colombiano, fueron
los resultados dados en la segunda fecha del torneo. El 23 de febero de 1988,
en el Estadio José María Minella, Boca Juniors derrotó a La Banda Roja por 2 a
1 con goles de Jorge Comas y el boliviano Milton Melgar. Cabe mencionar que
tres días antes del Superclásico el conjunto caleño se había posicionado tercero
en el torneo tras superar a Peñarol por 2 a 1. Finalmente, Boca Juniors cerró
una pretemporada inolvidable habiéndole sumado la Copa Ciudad de Mar del Plata a su gloriosa e inolvidable senda de
victorias extraoficiales que comenzó con la obtención de la Copa de Oro MDQ en
enero, convirtiéndose en el legendario campeón absoluto del verano 1988. La mediocridad es lo excelente para los mediocres dijo alguna vez el moralista y ensayista francés Joseph Joubert. Sientan la indirecta, porcinos.
Cucciuffo, Rinaldi, Gatti, Tavares, Graciani y Abramovich tras
ganar la Copa Ciudad de Mar del Plata en febrero de 1988. Época donde se
festejaban esos logros con vuelta olímpica y todo (?)
Edición especial multimedia audiovisual de febrero de El Gráfico que incluía una revista y un videocassette alusivo a los dos títulos obtenidos por Boca Juniors en el verano de 1988
“Cuando te ponés la camiseta de River estás obligado a
ganar todos los partidos y todos los campeonatos. Acá no se puede perder nunca,
eso nos diferencia de la contra”, dijo
alguna vez el icónico ídolo riverplatense Norberto ‘Beto’ Alonso. Es así. Al ser la institución deportiva más grande y
representativa de América según los rankings de la FIFA y la IFFHS, el Club
Atlético River Plate históricamente les ha transmitido a sus futbolistas la
filosofía de afrontar todos los encuentros, independientemente del carácter oficial
o extraoficial, del rival en cuestión, de la condición local o visitante o del
escenario, como auténticas finales. Por su
parte, al ser un club teóricamente grande de la República Argentina, Boca
Juniors también tiene la costumbre de mostrar mucho interés en obtener los
diferentes certámenes precompetitivos. Especialmente en tiempo de vacas flacas
si hablamos de títulos oficiales e importantes.
Para señalar la relevancia
mundial de un Superclásico, amistoso o no, es importante destacar una encuesta realizada
por el diario inglés “The Observer”.
Con motivo de su aniversario N°50, este periódico decidió consultar a expertos
del deporte sobre un evento que consideren apasionante. El editor de la revista
World Soccer Magazine fue el elegido para el fútbol y describió este encuentro
como «insuperable por ningún otro en el mundo por su pasión e intensidad». Por
su parte, la prestigiosa revista inglesa “FourFourTwo”
lo calificó como el clásico más grande del planeta y lo posicionó en el primer
puesto de un ranking que involucra a otras nueve importantes rivalidades del
fútbol mundial. Tanto hinchas como futbolistas divisamos este duelo como lo más
importante del mundo. Realmente no importa demasiado que sea extraoficial,
porque siempre que River Plate y Boca Juniors se enfrentan revalidan su condición
de enemigos necesarios. Pero también es cierto que bajo ningún término un Superclásico
amistoso puede tener la misma importancia que un Superclásico oficial, y mucho
menos que uno copero. La única verdad es la realidad. Con respecto a aquel inolvidable
Boca del ’88… ¿No habrá sido mucho dar la vuelta olímpica ante la mirada de
futbolistas campeones de América y el mundo como los de River Plate? ¿Era
necesario un festejo tan eufórico y descontrolado simplemente por obtener dos
campeonatos amistosos de verano? ¿No se le habrá ido un poco mucho la mano a casi toda
la prensa argentina al referirse a Boca como un "campeón espectacular" y lanzar al mercado videocasetes y ediciones especiales de dichas conquistas? ¿No les dio vergüenza?
Estas pimienteras no tienen dignidad, jajajajaja.
ResponderEliminarjajaja los veo, y pobrecitos
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