"El espectáculo más hermoso del mundo": así reflejó la Revista Goles el impresionante festejo de River Plate
- Tras el robo que sufrió el Club Atlético River Plate en 1968 cuando le arrebataron de las manos el Torneo Nacional, la parcialidad riverplatense comenzó a creer que aquella nefasta racha negativa sin títulos sería eterna. La última conquista de River había sido el tricampeonato con José María Minella como entrenador, en 1957. Desde ese entonces el público millonario padeció un período oscuro en el que las alegrías se insinuaban pero quedaban truncas a pocas fechas del final. Únicamente se volvería a levantar un trofeo con la ayuda de un ángel enviado por nuestro Dios Todopoderoso. Así fue. A comienzos de 1975 el legendario ídolo del club Ángel Amadeo Labruna, asumió como director técnico del primer equipo de fútbol del Rey de Argentina. Con la misma astucia con que vapuleaba defensas, Angelito diseñó un equipo equilibrado en todas sus líneas. Roberto Perfumo, ‘El Pato’ Fillol, Pedro González y Oscar Mas eran los hombres más experimentados del plantel. Perfumo se incorporó tras su experiencia en el fútbol brasileño. Un año antes había sido el capitán de la Selección argentina en el Mundial de Alemania. ‘Pinino’ regresaba desde España con un currículum lustrado por su paso por el Real Madrid. González, había brillado en la liga peruana. Norberto Alonso encabezaba una camada de jóvenes surgidos del club que fueron parte vital de aquella coronación. Carlos Morete, el goleador del equipo. Juan José López, pieza fundamental del mediocampo y una de las figuras del torneo. Daniel Passarella y Reinaldo Merlo, recambios eficientes que cumplieron cada vez que fueron requeridos.
Nota de la Revista Gente correspondiente a enero de 1975
Ubaldo Fillol (arquero de River Plate 1973-1983): "Angelito Labruna era una persona que sabía mucho de fútbol. Generalmente agarraba al futbolista y le hablaba para conocerlo como persona, y entender mejor su pensamiento. Él nos preguntaba permanente en que posición nos sentíamos más cómodos dentro de la cancha. Obviamente la decisión final la tomaba él".
Luis Landaburu (arquero de River Plate 1975-1980): "Ángel no se basaba en el autoritarismo para que los jugadores le demostráramos respeto, sino que tenía una manera muy simple de transmitirnos sus ideas. Sabíamos que no le podíamos fallar. Porque él daba la vida por nosotros, y nosotros dábamos la vida por él..".
Norberto Alonso (volante de River Plate 1971-1976): "Labruna era nuestro compinche, ja. Cuando teníamos que joder, jodíamos. Pero cuando teníamos que jugar, jugábamos. Esas eran las reglas del juego".
Carlos Morete (delantero de River Plate 1970-1975): "En enero del '75 Labruna nos dijo: 'Muchachos yo soy un tipo de mucha suerte, ¡este año rompemos con todo!'. Uno de los méritos más importantes que logró Ángel fue mantener contento a todo el plantel. Incluso a los suplentes que no jugaban".
La llegada de Ángel Labruna produjo una verdadera revolución futbolística en River Plate. 'El Feo' armó un equipo ofensivo que trataba muy bien la pelota, era muy equilibrado en la mitad de la cancha, y sólido en defensa. El jueves 14 de agosto de 1975 en el Estadio José Amalfitani de Vélez Sarsfield, El Más Grande derrotó por 1 a 0 a Argentinos Juniors con gol de Rubén Bruno, y se consagró nuevamente campeón del fútbol argentino tras 17 años y 8 meses. Esa fría noche, el eterno Labruna, ese que había vuelto desafiando la estadística más cruda, levantó el puño y acompañó el grito de alegría aunque por una huelga no haya podido estar el día de la consagración. El Metropolitano de aquel año fue una de las páginas más gloriosas de Angelito como entrenador Millonario. Él, junto al Beto Alonso, Oscar Más y Roberto Perfumo, entre otros valores fundamentales, consiguieron reubicar a River en su historia grande.
Norberto Alonso (volante de River Plate 1971-1976): "Labruna era nuestro compinche, ja. Cuando teníamos que joder, jodíamos. Pero cuando teníamos que jugar, jugábamos. Esas eran las reglas del juego".
Carlos Morete (delantero de River Plate 1970-1975): "En enero del '75 Labruna nos dijo: 'Muchachos yo soy un tipo de mucha suerte, ¡este año rompemos con todo!'. Uno de los méritos más importantes que logró Ángel fue mantener contento a todo el plantel. Incluso a los suplentes que no jugaban".
La llegada de Ángel Labruna produjo una verdadera revolución futbolística en River Plate. 'El Feo' armó un equipo ofensivo que trataba muy bien la pelota, era muy equilibrado en la mitad de la cancha, y sólido en defensa. El jueves 14 de agosto de 1975 en el Estadio José Amalfitani de Vélez Sarsfield, El Más Grande derrotó por 1 a 0 a Argentinos Juniors con gol de Rubén Bruno, y se consagró nuevamente campeón del fútbol argentino tras 17 años y 8 meses. Esa fría noche, el eterno Labruna, ese que había vuelto desafiando la estadística más cruda, levantó el puño y acompañó el grito de alegría aunque por una huelga no haya podido estar el día de la consagración. El Metropolitano de aquel año fue una de las páginas más gloriosas de Angelito como entrenador Millonario. Él, junto al Beto Alonso, Oscar Más y Roberto Perfumo, entre otros valores fundamentales, consiguieron reubicar a River en su historia grande.
Fotografía del histórico gol de Rubén Norberto Bruno a Argentinos Juniors en 1975
Breve resumen de la obtención del Campeonato Metropolitano 1975
Tal y como se esperaba, el Estadio José Amalfitani rebalsó de hinchas riverplatenses ilusionados con obtener un nuevo título y dar la primer vuelta olímpica de la década. Entrado el segundo tiempo, y con el Rey de Argentina aventajando el marcador, una eufórica marea rojiblanca invadió el campo de juego para iniciar prematuramente los festejos. Finalmente el encuentro fue suspendido aproximadamente a los 75 minutos dando como resultado la victoria y consagración del glorioso River Plate. Fue una noche inolvidable, una noche en que millones de caras pálidas se quitaron de encima la tristeza con un grito a secas, o un llanto desconsolado, o un insulto maldiciente, o el recuerdo de un íntimo que no soportó tanta espera. La noche en que esa millonada de caras pálidas, sea de cualquier modo, se unió en la común sensación de que la nostalgia iba perdiendo relieve hasta convertirse del todo en un presente delicioso. Y River campeón: una vuelta olímpica después de 18 años. Según la RSSF ese 14 de agosto de 1975, asistieron al partido 55.324 personas, superando ampliamente el límite de capacidad del estadio de Vélez Sarsfield. Sin lugar a dudas una fiesta increíble y un desahogo incomparable para la gente Millonaria.
El domingo 17 de agosto de 1975 en un Estadio Monumental que albergó a 130.000 espectadores (récord histórico de asistencia en el fútbol de Sudamérica), River Plate recibió al Racing Club por la fecha Nº38 del inolvidable Metropolitano 1975. A los titulares Millonarios les alcanzaron 45 minutos para coronar la campaña con un contundente 2 a 0 sobre la academia (Alonso de penal y Morete). Se jugaba el segundo tiempo, el equipo de Labruna ganaba cómodamente y el mítico Monumental de Núñez rebalsaba de gente (los hinchas rojiblancos también coparon la tribuna Centenario Alta que oficialmente fue designada para albergar a la parcialidad visitante). Aproximadamente a los 35 minutos del complemento, el clásico se suspendió porque más de 10.000 personas invadieron el campo de juego para celebrar el título en casa. En ese momento comenzó una fiesta nunca antes vista en el país. La histórica e inigualable celebración de River Plate campeón Metropolitano 1975.
130 mil espectadores dentro del Antonio Vespucio Liberti y 20 mil personas más en los alrededores del estadio, dieron como resultado un histórico festejo de 150 mil almas riverplatenses, que realizaron una caravana sin precedentes que partió de Núñez y recorrió varios puntos de la ciudad. Incluyendo al barrio de La Boca. Como tituló la prestigiosa Revista Goles, nunca se había visto (ni se vio) nada igual en la República Argentina. Literalmente River hizo estallar al país.
Digan lo que digan, lo que hizo la hinchada de River Plate, no lo pudo conseguir ninguna otra. Jamás un festejo (independientemente de lo que se celebre en cuestión) de clubes en toda la historia del fútbol argentino logró convocar la increíble cifra de 150 mil personas. Aquella significativa "Fiesta Monumental" del CARP en 1975, es una clara demostración del poder único de convocatoria que tiene El Más Grande. Podrán imitarnos con sus #12D, pero igualarnos jamás.
Finalizado el encuentro miles de hinchas de River invadieron el campo de juego producto de la algarabía
Tapa del Diario Clarín correspondiente al 15 de agosto de 1975
Ya con el campeonato logrado, Alonso y Perfumo posaron para El Gráfico con estas dos aves haciendo referencia a que River ya no era 'Gallina', sino más bien un 'Gallo'
Tapa del Diario Clarín correspondiente al 18 de agosto de 1975
Nota de El Gráfico Nº 2915 correspondiente a agosto de 1975
Así lucían las tribunas del Estadio Monumental (foto: www.centrojas.com)
Nota de la Revista Goles correspondiente al 19 de agosto de 1975
Material fílmico de aquellos 130 mil fanáticos riverplatenses que explotaron el Monumental
Hermoso recuerdo para alguien que estuvo en la cancha de Velez, y ese domingo en el Monumental.
ResponderEliminarEste blog es puro hincha de la hinchada.Me voy a un lugar donde haya paladar negro mejor.Salu2.
ResponderEliminarTal cual!... tenía 16 años! Estaba con mí viejo y mí hermano -quebya no están-... miércoles x la noche en Vélez,estaba atrás del arco visitante. Era conmovedor. Y con Racing,estaba en la Belgrano media. Todo fue increíble
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