- Casi todos los ídolos del Club Atlético Boca Juniors tuvieron o mantienen un vínculo directo o indirecto con el glorioso River Plate. Hasta ahí nada nuevo. Pero encontrar un ídolo xeneize que fue capitán del equipo y logró ser campeón de continental e intercontinental con dicho club, pero que de más joven haya jugado y vivido (literalmente) en el Club Atlético River Plate, cotiza en bolsa. El protagonista de esta historia es Diego Sebastián Cagna, hombre que dio sus primeros pasos como hombre y futbolista en el Campeón del Siglo XX.
La infancia en el club de sus amores
Cuentan en Núñez que Diego Cagna, uno de los cinco hijos del matrimonio que conformaban Eduardo Raúl Cagna y Felisa Vallejo, se pasaba el día entero peloteando bajo las tribunas del estadio Monumental. Padre e hijo disfrutaban de jugar al deporte que amaban, en el club que amaban. Diego jugaba al fútbol sala y su padre Eduardo hacía lo propio en el fútbol interno de la institución donde ambos se destacaban por su entrega y pasión por defender los colores de River. Inclusive el dúo Cagna ganó varios títulos en sus respectivas categorías, galardones que obviamente fueron celebrados con inolvidables domingos en el Monumental observando a los grandes equipos del Millonario que Eduardo le regalaba al pequeño Diego. Básicamente Diego Cagna pasó toda su niñez en el Club Atlético River Plate.
La infancia en el club de sus amores
Cuentan en Núñez que Diego Cagna, uno de los cinco hijos del matrimonio que conformaban Eduardo Raúl Cagna y Felisa Vallejo, se pasaba el día entero peloteando bajo las tribunas del estadio Monumental. Padre e hijo disfrutaban de jugar al deporte que amaban, en el club que amaban. Diego jugaba al fútbol sala y su padre Eduardo hacía lo propio en el fútbol interno de la institución donde ambos se destacaban por su entrega y pasión por defender los colores de River. Inclusive el dúo Cagna ganó varios títulos en sus respectivas categorías, galardones que obviamente fueron celebrados con inolvidables domingos en el Monumental observando a los grandes equipos del Millonario que Eduardo le regalaba al pequeño Diego. Básicamente Diego Cagna pasó toda su niñez en el Club Atlético River Plate.
Entrevista del Diario Olé a Eduardo y Diego Cagna correspondiente al 12 de abril de 2008
Su partida de River Plate y la llegada a Argentinos Juniors
Ya con edad de Pre-novena, al
chico que vivía frente al Jardín Botánico, estudiaba en el colegio Adolfo Van
Gelderen y se derretía por las piruetas del Enzo, le dijeron que se tenía que
buscar un club, que no había lugar para él en las inferiores del glorioso River
Plate (Leonardo Astrada, compañero suyo en el fútbol sala, sí ingresó a la Pre-novena de River). Desilusionado y cabizbajo, Dieguito se fue con todos sus sueños de pibe
al humilde Argentinos Juniors de La Paternal. Y el nene creció, debutó en la primera del Bicho ganándose la titularidad y cuatro años más tarde saltó a un club más grande.
Diego Cagna jugando en la categoría '70 de Argentinos Juniors
Su exitoso paso por Independiente (1992-1996)
Dadas sus buenas actuaciones en Argentinos Juniors, Independiente puso el ojo en él y terminó comprando su pase. En el club de Avellaneda se desempeñó como volante central con llegada al área rival, demostrando un alto nivel futbolístico que lo llevó a ganar 4 títulos (1 local y 3 internacionales).
Antonio Mohamed y Diego Cagna celebrando un triunfo de Independiente en la Bombonera ante Boca
Para los que todavía sostienen que Cagna había dejado de ser hincha de River cuando jugaba en Independiente, les dejamos este excelente material donde el mismo futbolista reconoce públicamente y con orgullo su amor por la camiseta más linda del mundo en una entrevista a el programa "Fuera de juego" de TyC Sports. Ah, esta declaración del mediocampista data de 1995, un año antes de debutar a Boca Juniors.
-¿Sos hincha de Independiente? -No, de River ja
Finalmente las contradicciones del fútbol le depararon un futuro ilógico e incompatible al futbolista formado en River Plate y referente en Independiente: en 1996 pasaría a Boca Juniors. Con el paso de los años Diego se afianzó en el club, se convirtió en capitán y fue referente del Boca multicampeón de Carlos Bianchi. El resto es historia conocida. Lo único significativo es el hecho de que Diego Cagna haya jugado en Boca, siendo hincha de River.
Diego Cagna, el hombre que la rompió en Boca siendo hincha de River
A pesar de que Diego pudo haber cumplido su sueño de defender la honorable camiseta de River Plate profesionalmente, la realidad y la ironía de la vida lo llevó a consagrarse en el club archirrival. Sin embargo, su padre, electricista, ahora de 65 años, nunca se alejó de Núñez, en donde llevó (o lleva) tres décadas como empleado. El Diario Olé los juntó a 24 horas de River-Tigre por la fecha Nº10 del Clausura 2008; Partido que tuvo a toda la familia Cagna pendiente...
-Diego: No me pongo a pensar en lo que era River antes o que estoy muy identificado con Boca. Esas cosas ya pasaron. Quiero que gane Tigre por nosotros, para estar bien.
-Eduardo: De verdad, no hablamos casi de fútbol. Quizás antes yo era más futbolero. No soy fanático, me gusta ver buen fútbol.
-Diego: De chiquito íbamos a la cancha. Se nos hacía fácil porque yo jugaba al fútbol de salón en el club, ni teníamos que viajar. Vivíamos prácticamente en River. Mi papá incluso jugaba en el torneo interno. Eran lindos momentos. Pero uno crece, ahora es otra cosa.
-Eduardo, ¿por qué su hijo no cumplió el sueño de debutar en River?
-Eduardo: Las cosas que tiene la vida, terminó jugando justamente en Boca. No hay manera de poder explicar cómo una persona que se crió en River haya terminado en el cuadro que es la contra del que yo hincho. Yo soy de River, está claro. Hay que aceptar las cosas como son, ¡qué le voy a hacer!
-Diego: Ja, ja, ja...
-¿Le hubiera gustado verlo ganar la Copa... con la camiseta de River?
-Eduardo: No hizo tantas Inferiores. Con la camiseta de River jugó al fútbol de salón. Diego, no creo que mucha gente sepa que los primeros títulos que ganaste fueron con la camiseta de River. Jugaba muy bien, eh.
-Diego: Cuando yo estaba en River, era muy chico. Después se empezó a dar todo en Argentinos y ahí empecé a crecer. Papá me venía a ver al Bicho, me acuerdo de cuando se iba hasta Boyacá... Obvio que de chico me hubiese gustado jugar en River. Y a mi papá también, pero se dio al revés, fui a la contra, je, je, y no hubo ningún problema.
--¿A quién admirabas?
-Eduardo: ¿Diego? Al Enzo...
-Diego: Sí, lo enfrenté como jugador y creo que le cambié la camiseta. Cuando yo era chico, Goyco y el Enzo fueron a ver a una categoría distinta a la mía, y los chicos se sacaron fotos con ellos. ¡A mí no me tocó!
-Identificado con Boca, ¿podrías dirigir a River o lo descartás?
-Diego: No descarto nada. Como cuando era jugador, querés crecer.
-Eduardo: Me hubiera gustado más verlo como jugador...
-¿Con los años, los colores quedan atrás?
-Diego: En mi caso, sí. En Argentinos, aún me seguía tirando River. Pero en Independiente, ya no. Igual, si te va mal, lo otro te lo van a refregar. Si a mí me iba mal, me iban a matar en Boca. Aunque nunca escuché que me gritaran "Gallina". Yo era hincha de River de chiquito y me fui a jugar a Boca, y no tuve ningún problema: dejé el alma. El fútbol es muy raro...
-Eduardo: De verdad, no hablamos casi de fútbol. Quizás antes yo era más futbolero. No soy fanático, me gusta ver buen fútbol.
-Diego: De chiquito íbamos a la cancha. Se nos hacía fácil porque yo jugaba al fútbol de salón en el club, ni teníamos que viajar. Vivíamos prácticamente en River. Mi papá incluso jugaba en el torneo interno. Eran lindos momentos. Pero uno crece, ahora es otra cosa.
-Eduardo, ¿por qué su hijo no cumplió el sueño de debutar en River?
-Eduardo: Las cosas que tiene la vida, terminó jugando justamente en Boca. No hay manera de poder explicar cómo una persona que se crió en River haya terminado en el cuadro que es la contra del que yo hincho. Yo soy de River, está claro. Hay que aceptar las cosas como son, ¡qué le voy a hacer!
-Diego: Ja, ja, ja...
-¿Le hubiera gustado verlo ganar la Copa... con la camiseta de River?
-Eduardo: No hizo tantas Inferiores. Con la camiseta de River jugó al fútbol de salón. Diego, no creo que mucha gente sepa que los primeros títulos que ganaste fueron con la camiseta de River. Jugaba muy bien, eh.
-Diego: Cuando yo estaba en River, era muy chico. Después se empezó a dar todo en Argentinos y ahí empecé a crecer. Papá me venía a ver al Bicho, me acuerdo de cuando se iba hasta Boyacá... Obvio que de chico me hubiese gustado jugar en River. Y a mi papá también, pero se dio al revés, fui a la contra, je, je, y no hubo ningún problema.
--¿A quién admirabas?
-Eduardo: ¿Diego? Al Enzo...
-Diego: Sí, lo enfrenté como jugador y creo que le cambié la camiseta. Cuando yo era chico, Goyco y el Enzo fueron a ver a una categoría distinta a la mía, y los chicos se sacaron fotos con ellos. ¡A mí no me tocó!
-Identificado con Boca, ¿podrías dirigir a River o lo descartás?
-Diego: No descarto nada. Como cuando era jugador, querés crecer.
-Eduardo: Me hubiera gustado más verlo como jugador...
-¿Con los años, los colores quedan atrás?
-Diego: En mi caso, sí. En Argentinos, aún me seguía tirando River. Pero en Independiente, ya no. Igual, si te va mal, lo otro te lo van a refregar. Si a mí me iba mal, me iban a matar en Boca. Aunque nunca escuché que me gritaran "Gallina". Yo era hincha de River de chiquito y me fui a jugar a Boca, y no tuve ningún problema: dejé el alma. El fútbol es muy raro...
De tal padre... ¡un hijo ídolo de la hinchada contraria!
"No sé si sorprende que me consideren para River, Borghi dirigió a Independiente siendo hincha de Racing y no tuvo problemas por eso", remarcó Cagna dando a entender que su pasado en el xeneize no condicionaría su llegada al Millonario. ¿Entonces Diego Cagna quería dirigir a River a pesar de todo lo vivido en Boca? A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Nota de Más Deportes correspondiente al 10 de noviembre de 2008
Todo este show de declaraciones/confesiones que nos viene regalando Diego Cagna desde 1995 a la actualidad, lógicamente molestaron al hincha de Boca que vio como inevitablemente otro de sus ídolos se sacó la careta azul y amarilla, para mostrar el blanco y rojo que tiñen su cara y corazón.
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